lunes, 4 de mayo de 2015

EL HUERTO URBANO II

Seguro que os estabais preguntando que había sido de los tomates, las guindillas y las fresas que plantamos. ¿Habrán muerto? ¿Se los habrán comido ya? ¿Si han comido las guindillas, están vivos?
¡Pues seguimos vivos todos! ¡Nosotros y las plantas!



Se trata de un proceso lento y justo hemos transplantado las primeras. 


1. LOS TOMATES

  
En la foto podeis apreciar el tamaño aceptable para transplantarlas, aunque hemos optado por hacerlo solo en dos cuadrados del semillero, que contenían unas cuatro plantas cada uno.

Obviamente las más desarrolladas.





Debemos sacarlas con cuidado, apretando desde abajo y tirando suavemente de la base de la planta. Tal y como os mostramos en la foto.


En esta foto, podeis observar como las raíces han ido cubriendo la base. Éste es un indicativo de que es buen momento para pasar la planta a una maceta más grande. Y eso lo sabemos porque al tirar suavemente de la base, ésta cede sin dificultad.




A la hora de escoger la maceta donde transplantar, si sois de los afortunados que contais con   espacio de sobras en vuestra casa, lo ideal es que useis ya a la maceta definitiva. Nosotros las hemos puesto en una intermedia, porque no tenemos muy clara aún su ubicación. Es lo que tienen los huertos urbanos que al ser en el balcón a veces tienes que hacer filigranas para que quepa todo.
Eso sí, sea como sea, la maceta debe ser bastante grande, para que la planta tenga espacio suficiente para desarrollarse.

La llenamos de sustrato  y dejamos un pequeño hueco en el medio donde ponemos la planta.
Tapamos con más tierra aplastando un poco para que quede firme y regamos abundantemente.





2. LAS GUINDILLAS

Las teníamos todas juntas en una maceta pequeña, ¿Os acordais?




Lo primero que hemos hecho, ha sido rellenar de sustrato la maceta donde vamos a ponerlas, que en este caso es una maceta rectangular que colgará del balcón.




A continuación debemos sacar las guindillas de la maceta  con cuidado, tal y como os hemos explicado antes.




Como en esta ocasión no habíamos usado semillero, (gran error)tenemos que separar las guindillas en dos mitades.
Para eso  tiramos de los dos extremos firmemente pero con cuidado. Siempre se sacrifica alguna plantita, es por eso que plantamos muchas ya de entrada.

 

Las plantamos en dos mitades en la maceta.




Rellenamos con más tierra y aplastamos con firmeza.






Y por último, como siempre, regamos.










3.LAS FRESAS



Siguen prácticamente igual, apenas se aprecia crecimiento desde la última vez. Tardan en desarrollar, así que no desesperamos y somos pacientes.



¿Y vosotros? ¿Habeis empezado vuestro huerto urbano? ¿Sabeis algo de fresas y de porque no crecen? Podéis compartir vuestra experiencia con nosotras usando el hashtag #ensaladaurbanadigital.  ¡Hasta la próxima!


















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